EL SOPLAO 2015

LOS 10.000 DEL SOPLAO  O EL INFIERNO CÁNTABRO.
Se trata de la prueba reina de esta zona por dureza, más de 4000 metros de subida, y por número de kilómetros 163. Repito lo dicho para los 101 peregrinos, si no estas preparado no vayas. Estando en una buena forma física se sufre. Puedes estar más de 13 horas encima de la bicicleta e incluso llegar de noche (no es mi caso).
La característica principal de esta prueba es que nunca vas sólo, siempre tienes gente delante, detrás. Es la caña, y molestan mucho sobre todo en los tapones de la salida. Los Pro salen delante pero los populares a mogollón. Y es caótico los primeros 20 kilómetros
Marca mucho la diferencia de una edición a otra el tiempo: sol, lluvia, niebla. Eso lo puedes tener en un solo día, pues subes los puertos en maillot y al bajar hay que ponerse el corta vientos o la capa de agua como es mi caso pues bajando hace frío.
El recorrido es fijo y lo conoce todo el mundo, es el mismo no cambia. Que decir de él es una sucesión de puertos uno detrás de otro, al final no sabes que puerto estas subiendo, pero sigues subiendo y bajando.
Los avituallamientos, bien pero muy masificados. Cuando llegas a la zona intermedia tienes un gentío, que tienes que buscarte la vida para comer beber y todo. El personal es amable pero esta desbordado. Hay un avituallamiento que creo recordar era el de que se juntaban corredores, ciclistas. El lío es mayúsculo.
Las cuestas no son duras diría que no me bajaría de la bici, si no fuera los tapones subiendo. Ya se sabe, derrapa el da adelante y a bajarse toca, no hay paso.
La bolsa del corredor pobre, pobre, pobre: una braga edición 2015.
Es una prueba cara para lo que te dan. Tienes una feria de ciclistas y productos en Cabezón de la Sal,
La experiencia positiva, pues es una explosión de ciclistas con un fin: LLEGAR, no importa el tiempo.
Ante la pregunta si volvería, en principio no. Todo puede pasar que venga un amigo te lie y pida que vayas con él y ya se sabe a volver.

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